Copiar buenas ideas es un gesto mal reconocido, por norma siempre se acaba mirando quién llegó antes o quien supo ver necesidad y trazar la idea. Pero hay casos en que hasta la copia genera clones que son capaces de doblar la oferta de manera inofensiva. Si además su objetivo es mostrar el trabajo de diseñadores que se escapan al radar y acercarlos al público, hasta se merecen aplausos. Y todo esto porque este mismo fin de semana vuelve la cita del Changing Room a Barcelona, pero sobre todo porque también abre sus puertas el Fitting Room de Bilbao.La idea es compartida, mostrar diseñadores jóvenes o no accesibles en un concepto de showroom y espacio de venta temporal en la que los creadores y los compradores pueden compartir impresiones y risas. El espacio es similar, pues ambos se desarrollan en hoteles, en los que cada una de las habitaciones es un espacio para una marca. Comparten el día, si, este sábado 6 de junio y sus horas, pero por suerte, y para que el público no se vuelva loco, uno es en Barcelona y el otro en Bilbao.Los veteranos del Changing Room vuelven a ocupar el Hotel Chic&Basic de la Calle Princesa, con una fiesta que, para compradores o no, se está volviendo de referencia en el panorama barcelonés, casi sin hacer ruido. Treinta diseñadores serán en esta ocasión los que darán calor y vida a las estancias del complejo, con hasta diez diseñadores venidos desde Francia y conciertos a cargo del sello Sinnamon Records.
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