La mítica firma francesa de alta costura se ha declarado en suspensión de pagos.
La crisis continúa haciendo estragos en el mundo de la moda: si la temporada pasada fue Roberto Cavalli el que tuvo que renunciar a mostrar la colección de su segunda línea, Just Cavalli, por falta de liquidez, ahora le toca el turno a uno de los maestros couturiers más grandes del mundo, Christian Lacroix. Tras 22 años de carrera, el francés acaba de anunciar que su firma, con la que tiene contrato hasta 2010, no dispone de fondos para preparar las próximas colecciones. La situación es tan crítica que el grupo estadounidense Falic, actual dueño de la compañía y que se dedica al negocio de los duty-free, se encuentra en negociaciones –infructuosas hasta el momento- para la venta de la firma de costura. En 2008 el volumen de negocio de Christian Lacroix ascendió a 30 millones de euros, diez menos que en el año anterior. Y en lo que llevamos de 2009 las cifras no son mucho mejores: las ventas de la colección prêt-à-porter de primavera-verano 2009, línea que ha centrado la mayor parte de los esfuerzos de la compañía, han caído un 30%. Incluso la alta costura, siempre deficitaria aunque muy poderosa a nivel publicitario, está resintiéndose poderosamente a causa de la crisis.
La crisis continúa haciendo estragos en el mundo de la moda: si la temporada pasada fue Roberto Cavalli el que tuvo que renunciar a mostrar la colección de su segunda línea, Just Cavalli, por falta de liquidez, ahora le toca el turno a uno de los maestros couturiers más grandes del mundo, Christian Lacroix. Tras 22 años de carrera, el francés acaba de anunciar que su firma, con la que tiene contrato hasta 2010, no dispone de fondos para preparar las próximas colecciones. La situación es tan crítica que el grupo estadounidense Falic, actual dueño de la compañía y que se dedica al negocio de los duty-free, se encuentra en negociaciones –infructuosas hasta el momento- para la venta de la firma de costura. En 2008 el volumen de negocio de Christian Lacroix ascendió a 30 millones de euros, diez menos que en el año anterior. Y en lo que llevamos de 2009 las cifras no son mucho mejores: las ventas de la colección prêt-à-porter de primavera-verano 2009, línea que ha centrado la mayor parte de los esfuerzos de la compañía, han caído un 30%. Incluso la alta costura, siempre deficitaria aunque muy poderosa a nivel publicitario, está resintiéndose poderosamente a causa de la crisis.